Análisis prospectivo del African Lion hacia SIMBA: visión prospectiva de una seguridad soberana

- Introducción
- I. African Lion: una matriz militar híbrida en construcción
- II. Los fracasos franceses en Mali: lecciones de un enfoque unilateral
- III. ¿Por qué Marruecos?
- IV. African Lion: prototipo de SIMBA – Estructura Integrada Multinacional para la Brigada Africana / Strategic Integrated Multinational Brigade for Africa
- V. Un enfoque holístico de la estabilización del Sahel
- VI. Recomendaciones prospectivas para el desarrollo de SIMBA
- Conclusión
Este análisis prospectivo es una propuesta de visión estratégica del IGH (Instituto Geopolítico Horizontes) para un enfoque africanista de la seguridad y la estabilización regional. Se inscribe en la visión real marroquí de la Doctrina de Abiyán, impulsada por Marruecos y anunciada por el rey Mohamed VI en febrero de 2014 durante el Foro marroquí-marfileño de Abiyán.
Introducción
Mientras se celebra actualmente la 21ª edición del ejercicio multinacional African Lion (del 12 al 23 de mayo de 2025 para la fase marroquí, tras una primera fase en Túnez del 22 al 30 de abril), la magnitud sin precedentes de esta operación marca un punto de inflexión en la arquitectura de seguridad africana. En vísperas de una recomposición estratégica en África Occidental y el Sahel, marcada por la retirada o el fracaso de las potencias extranjeras tradicionales —en particular Francia en Mali—, se abre una oportunidad estratégica para los actores regionales capaces de aportar una visión alternativa. El ejercicio multinacional African Lion, bajo el liderazgo de Marruecos y Estados Unidos, se distingue como una plataforma fundacional de un nuevo modelo de arquitectura militar africana, adaptada, pragmática y creíble.
Con más de 10.000 soldados de 40 países desplegados en seis regiones marroquíes (Agadir, Tan-Tan, Tiznit, Kenitra, Benguerir y Tifnit), la edición de 2025 es la más importante en la historia del ejercicio desde su creación en 2004. El análisis que sigue ofrece una lectura prospectiva del papel estructurante que podría desempeñar African Lion como prototipo de un mando militar continental bajo liderazgo marroquí.
Cabe recordar que un objetivo militar nunca es un objetivo en sí mismo: se define en primer lugar por un objetivo político y constituye el medio para alcanzar fines geoestratégicos más amplios. En este contexto, African Lion representa mucho más que una simple demostración de fuerza o un ejercicio técnico: encarna una visión estratégica de la seguridad africana bajo liderazgo africano.

I. African Lion: una matriz militar híbrida en construcción
Concebido inicialmente como un simple ejercicio de entrenamiento conjunto bilateral, African Lion ha evolucionado en dos décadas hacia un formato de integración multidimensional:
- Doctrinal: desarrollando la interoperabilidad con los estándares de la OTAN a través de ejercicios tácticos combinados que incorporan infantería motorizada y mecanizada, blindados Abrams, artillería, aviación F-16, helicópteros Apache y lanzacohetes múltiples HIMARS.
- Geográfica: cubriendo ahora un triángulo estratégico saheliano-atlántico, con Marruecos como epicentro operativo en una configuración sur-centro-norte que responde a las exigencias del combate asimétrico y de la proyección convencional.
- Capacitativo: integrando las dimensiones cibernéticas, NRBC (nuclear, radiológica, biológica y química), aérea, naval y espacial en un entorno multidominio cada vez más complejo, con la notable introducción de drones terrestres para contrarrestar amenazas como los túneles.
- Logístico: desarrollando infraestructuras proyectables y una coordinación avanzada, esenciales para el éxito de las operaciones multinacionales a gran escala.
- Estratégico: ampliando el círculo de asociaciones más allá del marco inicial entre Estados Unidos y Marruecos, para incluir a naciones africanas, europeas y de Oriente Medio, incluyendo por primera vez a Israel en 2025.
Marruecos acoge hoy el epicentro de esta arquitectura, transformando un simple ejercicio militar en un laboratorio de un nuevo modelo de seguridad colectiva africana.

II. Los fracasos franceses en Mali: lecciones de un enfoque unilateral
Las sucesivas intervenciones francesas en el Sahel (Serval, Barkhane) han puesto de manifiesto los límites fundamentales de un enfoque exógeno de la seguridad africana:
- Ausencia de apoyo local: las intervenciones extranjeras, aunque técnicamente eficaces, han adolecido de un déficit de legitimidad ante las poblaciones y los gobiernos locales.
- Déficit de apropiación: la escasa autonomía de los ejércitos africanos ha creado una dependencia contraproducente.
- Desconexión cultural: la incomprensión de las dinámicas comunitarias y identitarias ha limitado la eficacia táctica sobre el terreno.
- Visión cortoplacista: se ha dado prioridad a los éxitos operativos inmediatos en detrimento de la construcción de capacidades duraderas.
Una arquitectura de seguridad continental viable solo puede surgir sobre la base de un liderazgo africano endógeno, legítimo y arraigado en las realidades locales. African Lion, al apoyarse en una base africana estable —Marruecos—, permite evitar estos escollos combinando la experiencia técnica occidental con un sólido arraigo regional. El reto consiste ahora en transformar este ejercicio en un modelo estructurante africano, y no en una simple extensión de la OTAN en el continente.
Como señaló Abdelhakim Yamani, presidente del Instituto Geopolítico Horizontes, en noviembre de 2024: “La experiencia francesa, en particular a través de la operación Barkhane, ha demostrado claramente los límites de un enfoque principalmente militar y la contraproductividad de una presencia extranjera masiva sobre el terreno”. Esta lección esencial debe guiar la elaboración de una estrategia radicalmente diferente, en la que la dimensión de seguridad, aunque indispensable, sea solo un componente de un enfoque más global.

III. ¿Por qué Marruecos?
El Reino cuenta con una convergencia excepcional de factores estratégicos que lo posicionan como eje natural de una nueva arquitectura de seguridad africana:
- Estabilidad política e institucional duradera, en contraste con la fragilidad gubernamental observada en muchos actores regionales.
- Ejército modernizado e interoperable con la OTAN, que se beneficia de un ambicioso programa de adquisición y modernización (F-16 Viper, drones MALE, tanques modernizados).
- Experiencia significativa en operaciones africanas de mantenimiento de la paz a través de contingentes desplegados en varias misiones de la ONU:
– MINURCAT (Chad-República Centroafricana)
– MONUC/MONUSCO (RDC)
– ONUCI (Costa de Marfil)
– MINUSCA (República Centroafricana)
- Aumento de la capacidad industrial con el desarrollo de una base industrial de defensa nacional y proyectos de coproducción (en particular, el F-16 Viper).
- Restablecimiento del servicio militar, lo que permite estructurar una juventud movilizable y reforzar el vínculo entre el ejército y la nación.
- Diplomacia militar discreta pero activa, con una red de agregados de defensa y formación ofrecida a los mandos militares africanos.
- Base aérea estratégica en el sur, concebida como plataforma avanzada de intervención rápida, comparable en su diseño a la base estadounidense 201 de Agadez, en Níger.
- Enfoque holístico de la estabilización regional, que integra la seguridad y el desarrollo, en particular a través de la Iniciativa de Acceso al Atlántico para los países del Sahel y el gasoducto AAGP.
Esta combinación única sitúa a Marruecos como uno de los pocos países africanos que cuenta simultáneamente con la legitimidad regional, las capacidades técnicas y la visión estratégica necesarias para impulsar un nuevo modelo de seguridad colectiva continental.
Un elemento fundamental de esta ecuación es la doctrina marroquí de no instalar bases militares extranjeras permanentes en su territorio. Esta posición, constante desde la independencia, constituye un pilar de su soberanía nacional y permite al Reino mantener una posición de equilibrio geoestratégico al tiempo que desarrolla cooperaciones militares avanzadas. Este principio, lejos de ser un obstáculo, representa una garantía de autonomía en el diseño de una arquitectura de seguridad verdaderamente africana.
IV. African Lion: prototipo de SIMBA – Estructura Integrada Multinacional para la Brigada Africana / Strategic Integrated Multinational Brigade for Africa
La evolución natural de African Lion sería su institucionalización progresiva hacia una estructura permanente que proponemos denominar SIMBA (Estructura Integrada Multinacional para la Brigada Africana / Strategic Integrated Multinational Brigade for Africa). Este nombre, que también significa “león” en swahili, simboliza a la perfección la fuerza, el coraje y el arraigo africano de esta nueva arquitectura de seguridad continental.
SIMBA representaría un mando operativo multinacional que integraría:
- Una célula permanente de coordinación estratégica que mantendría la continuidad entre los ejercicios anuales.
- Un cuartel general conjunto móvil y bilingüe (francés/inglés) capaz de operar en las diferentes zonas lingüísticas africanas.
- La integración estructurada de contingentes regionales procedentes de organizaciones subregionales (CEDEAO, G5 Sahel reformulado).
- Un componente de inteligencia/drones/ciberseguridad adaptado a las amenazas asimétricas que prevalecen en la región.
- Una asociación formalizada con las fuerzas africanas formadas por Marruecos y la OTAN, creando una red de interoperabilidad continental.
- Una proyección hacia el Atlántico Sur (Senegal, Costa de Marfil, Ghana, Guinea, Benín) que amplía la cobertura geográfica más allá de la zona tradicional del Sahel.
Esta evolución institucional permitiría aprovechar la experiencia acumulada durante dos décadas de ejercicios African Lion para crear SIMBA, una estructura operativa permanente, bajo liderazgo africano, pero con apoyo internacional.
De acuerdo con la visión desarrollada por Abdelhakim Yamani, esta arquitectura se basaría en «una configuración inédita entre Marruecos y AFRICOM», fundada en «centros de mando conjuntos, acuerdos de cooperación temporales y específicos, y facilidades logísticas que no impliquen una presencia militar extranjera permanente». Las maniobras African Lion ya demuestran la viabilidad de este enfoque, que permite una cooperación militar intensiva respetando los principios de soberanía nacional.
El acrónimo SIMBA, más allá de su significado funcional, tiene una importancia simbólica y cultural. El león representa tradicionalmente la fuerza, el coraje y la realeza en muchas culturas africanas. Al elegir esta denominación, anclamos esta nueva estructura en una simbología auténticamente africana, al tiempo que subrayamos su vocación de protección y liderazgo continental.

V. Un enfoque holístico de la estabilización del Sahel
El componente militar de African Lion es solo una parte de una estrategia más amplia destinada a la estabilización duradera de la región del Sahel. Como subraya el análisis de Abdelhakim Yamani, presidente del IGH, "el fundamento de este nuevo enfoque se basa en una doble convicción: por un lado, la seguridad no puede disociarse del desarrollo económico y social; por otro, toda solución duradera debe emanar de los actores locales y ser impulsada por ellos".
Este enfoque holístico se articula en varias dimensiones complementarias:
- Presencia aérea dominante mediante drones de vigilancia e intervención, que permiten una reacción rápida sin una huella significativa sobre el terreno.
- Formación y equipamiento de las fuerzas locales, con el objetivo de desarrollar sus capacidades autónomas en lugar de sustituirlas.
- Apoyo puntual de fuerzas especiales, siempre bajo mando conjunto y con primacía de la decisión local.
- Proyectos de desarrollo de impacto rápido y tangible: puntos de agua, centros de salud, escuelas, proyectos agrícolas, iniciativas generadoras de ingresos, que respondan a las necesidades inmediatas de las poblaciones.
- Articulación con iniciativas regionales estructurantes como la Iniciativa Marroquí de Acceso al Atlántico para los países del Sahel, que combina el desarrollo local y la integración regional.
- Mecanismos de financiación innovadores que van más allá de la ayuda internacional tradicional: asociaciones público-privadas, fondos de inversión específicos, obligaciones de impacto social.
- Sistema de gestión multinacional que opera en tres niveles (estratégico, operativo y táctico) para garantizar una acción coherente y respetuosa con las soberanías nacionales.
- Comunicación a cargo exclusivamente de los actores locales, evitando cualquier apariencia de injerencia extranjera y reforzando la legitimidad de las autoridades locales.
African Lion constituye así el componente militar de un enfoque mucho más amplio, en el que el desarrollo económico y social desempeña un papel tan crucial como la seguridad en la estabilización regional.
VI. Recomendaciones prospectivas para el desarrollo de SIMBA
Para hacer realidad esta visión de African Lion como matriz de una nueva arquitectura de seguridad africana encarnada en SIMBA, deberían emprenderse varias acciones estratégicas:
- Institucionalizar African Lion como base doctrinal africana, desarrollando manuales de operaciones y programas de formación estandarizados adaptados a las realidades del continente.
- Crear un Foro Estratégico African Lion anual que reúna a responsables militares, expertos y socios internacionales para desarrollar una visión común.
- Ampliar geográficamente el ejercicio a zonas críticas como el Golfo de Guinea, Mauritania y Chad, cubriendo así todo el arco de inestabilidad saheliano-atlántico.
- Establecer un fondo africano de apoyo al despliegue militar regional, que garantice la autonomía financiera de las operaciones de estabilización.
- Integrar las dimensiones emergentes de la seguridad: cambio climático, infraestructuras críticas, migraciones, ciberseguridad.
- Promover una doctrina africana de seguridad regional basada en los principios de soberanía, solidaridad y proyección estratégica colectiva.
- Desarrollar mecanismos formales de articulación entre las operaciones militares y los proyectos de desarrollo, garantizando un enfoque verdaderamente integrado.
- Establecer indicadores de impacto precisos, tanto en materia de seguridad como de desarrollo, para evaluar la eficacia de este enfoque holístico.
Estas medidas transformarían progresivamente el ejercicio African Lion en SIMBA, una verdadera arquitectura de seguridad continental, bajo liderazgo africano pero conectada a las normas internacionales.
El desarrollo de SIMBA permitiría institucionalizar y perpetuar los logros de African Lion, al tiempo que se establecería un modelo innovador de cooperación en materia de seguridad adaptado a los retos africanos. Esta estructura, impulsada por Marruecos, pero profundamente arraigada en una visión panafricana, se convertiría en una herramienta esencial para la estabilización del continente.

Conclusión
African Lion 2025 es mucho más que un simple ejercicio militar multinacional: es la antesala de SIMBA, una nueva arquitectura de seguridad africana impulsada por un actor continental creíble. En un contexto en el que los enfoques de seguridad externos muestran sus límites, Marruecos, gracias a su ascendente poder multidimensional, está en condiciones de encarnar un liderazgo continental respetuoso de las soberanías nacionales y, al mismo tiempo, eficaz desde el punto de vista operativo.
Con 10.000 soldados de 40 países desplegados actualmente en seis emplazamientos de Marruecos, esta 21.ª edición marca una etapa decisiva en esta evolución. Ahora se trata de transformar una maniobra en una matriz, un formato en una estructura y una cooperación en soberanía estratégica compartida a través de SIMBA. El reto va más allá de la simple dimensión militar y afecta a la construcción de un nuevo modelo de seguridad colectiva africana, adaptado a los retos del siglo XXI.
El éxito de este enfoque holístico dependerá fundamentalmente de varios factores clave: la apropiación local a todos los niveles, la coordinación eficaz entre los actores internacionales y la capacidad de generar resultados tangibles para las poblaciones. El mantenimiento de delicados equilibrios —entre el compromiso internacional y el liderazgo local, entre las necesidades de seguridad y el desarrollo económico, entre la eficacia operativa y la aceptabilidad política— será esencial para transformar African Lion en SIMBA, verdadera matriz de una nueva arquitectura de seguridad africana.